r e p - c h e c a

PRAGA

Como que escribir el nombre de esta ciudad en helvética no le hace justicia...yo la pondría en por lo menos un Baskerville Bold Italic o mejor en un Lucida Blackletter (este, cachar). 

Fuimos a Praga sabiendo que íbamos a la ciudad de Kafka, que no sabíamos checo y que nos quedábamos en un airbnb. Pero ni bien aterrizamos a Praga (fue el único vuelo que tomamos en el eurotrip), la gente intercambiaba euros por coronas, y ya se sentía el cambio cultural (fashion-wise) entre los checos y los italianos. 

Nos tomó por sorpresa el frío que hacía en esos días, la universidad no te prepara para aguantar 16°C, con un cheapass romper de H&M. 


Cuando uno va sin guía y sin conocimiento extenso previo sobre una ciudad, sus landmarks e historia, es un poco descabellado confiar plenamente en Yelp o Tripadvisor. Pero como en todo, existe la divinidad - exceptuando a Vogue, por favor, petición para su reivindicación - en las ciudades grandes y turísticas, y en estas, en las zonas centrales, están personas que cargan paraguas de varios colores; cada color representa una empresa o un idioma. Estas personas con paraguas en mano, son guías turísticas que hacen tours gratis por las principales zonas de la ciudad. Así que sí, nos contaron mil y un maravillas del Reloj Astronómico, de Carlos IV, de la historia de la Basílica, el muro de John Lennon (spot totalmente aglomerado por millenials con cámaras de lomography), algo sobre el Callejón del Oro, las historias sobre los judíos en la II Guerra Mundial, etc. 

En conclusión, no perderse los free tours y - en Praga específicamente, no dejar atrás el Tour de la Cerveza - shoutout a toda la gente hispanohablante que conocimos. Nazdravi!

*Tip del día: de preferencia comer goulash cuando no estés bajo los efectos de la amargura post-tour-de-la-cerveza. 

*Tip del trip: mini escapadita para encontrar el restaurante "Ferdinanda". BBB. 

 Lo bueno: comida abundante, menú en todos los idiomas, ambiente genial.
Lo bonito: lugar súper instagrameable.
Lo barato: más que ideal para viajeros on a budget que se quieren dar un cuasi-lujo. 






I T A L I A

MILÁN

Después de haber dormido casi 8 horas de viaje desde Grenoble hasta Milán, con esporádicos abrir-de-ojos porque el señor sentado al lado mío respiraba muy sonoramente, y de haber visto uno de los paisajes que definen la palabra "hermoso" (momento KODAK) en el camino; llegué avec ma sœur (cringe alert) a Milano.

Yo creía que Milano era sinónimo de respirar moda, pero fue solo hasta que me fui de Italia que descubrí, que eso era como un activo fijo de los italianos. En la Piazza del Duomo habían más turistas que en la fila de la inauguración del Wizarding World of HP, y con eso se dice mucho. Pero, vaya que ya se sentía la opulencia. No sucumbimos ante la tentación de entrar a la tienda de Gucci, con admirar el VM de estas, era suficiente. No odiemos a Alessandro Michele, por favor. Y tampoco encasillemos en repudio a Moschino solo por Jeremy Scott. 

La visita a esta ciudad fue breve pero suficiente para saciar mi sed de pseudo-fashionpersona. Todo lo que quise era ser una Samantha Jones en Milán, pero lo que conseguí fue ser una backpacker no tan desaliñada. 










VERONA

Corriendo en el Milan Central Station, acto siguiente: tren hacia Verona. Después de El Turista, quién no tiene en un pedestal a los viajes en tren por Europa. Creo haber guardado unos dos boomerangs de nuestras mejores poses sentadas en 2nd class booth, tratando de representar algo tumblrish que iría bajo la etiqueta de #cozy #travel #coffee #tea #books; pero esas aesthetics solo no eran logrables en ese punto. Poco sabíamos de Verona pero sabíamos que Amanda Seyfried sure looked great en Cartas a Julieta. Es apropiado utilizar la expresión ecuatorianísima de "el corre corre", durante todo el viaje, pero cobraba más sentido cuando era de caminar como 30 minutos con mochilas en casi treinta grados centígrados, desde una estación hasta el lugar de hospedaje, o viceversa. 
Lo que en el Ecuador se le llama gamín, o sea, escribir las iniciales de tu pareja, con fecha, con corazón, y what not, en Verona era aceptado y celebrado. Casi todas las paredes cercanas a la Casa di Giuletta estaban cubiertas por mini cartas de amor, propuestas, etc. La declaración de amor no se limitaba a un post it, habían band-aids, o notas de venta pegadas con chicle. Verona era un escenario de película, con el ambiente más romántico del mundo. Creo apropiado crear una paleta de colores de cada ciudad que visitamos de Italia. 
Será que el Aperol Spritz tiene patentado su color? 















VENECIA

¿Cuántos momentos Kodak? Venecia era increíble de día y de noche, pero cuando el sol ya se asentaba, y ya no había necesidad de caminar y caminar en busca del perfect budget gelatto, lo mejor era sentarse a ver el canal, ver a las góndolas, ver los overpriced ferrys llenos de turistas amontonados y saludar a los que nos saludaban. En el laberinto que era Venecia, hay lugares donde las degustaciones de licores eran gratis, tomemos nota de la experiencia del consumidor. Y gracias por el Limoncello, la Birra Moretti y distintos vinos dulces y frutales de algunas provincias de Italia.
Nadie me dijo que la Piazza San Marcos era un manjar para la vista! No hay más que decir, Venecia es todo lo que dicen: la ciudad del romance (vimos dos propuestas de matrimonio), la ciudad opulenta (ver Teatro La Fenice), la ciudad de gala, la ciudad del murano glass! 
Hermoso es poco.















ROMA

Después de ir a Venecia, y sentirme de 9am a 11pm en una postal, ¿qué iba a pensar que me iba a enamorar profundamente de Roma? Hace poco leí un artículo en Man Repeller (porque ahora lo leo religiosamente por las mañanas) sobre tomar el estilo de las personas de Roma. El equipo MR, no podría dar más en el clavo. Porque, como cada ciudad tiene distintos aires y encantos, la moda en Milán, el estilo iba más pintado en tonos neutrales y monocromáticos, pero en Roma ya aparecía el color (algo que a veces se sentía ausente en Europa, fashion-wise). 
Como mencioné antes, se necesita - de urgencia- alguien que se dedique a hacer paletas de colores inspiradas en cuadros de las ciudades italianas, como por ejemplo, dónde está el tono del agua de la Fuente de Trevi. ¿Dónde Pantone?. En fin, la mejor manera de pasear en Roma es caminar, no importa si cuarenta minutos o una hora, ni el insoportable calor. Hay algo que admirar cada 10 metros. Y si no, gelato de tiramisú for the soul. 
Y si, el Vaticano es maravilloso. Tip: las piernas, hombros y espalda deben ser cubiertas para entrar a las catedrales.




















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DISCLAIMER: 


Todo se tomó con cámara de celular. Excusar la calidad. Excusar el excesivo uso de los adidas Tubulars y los nike A1 (kidsize). Ya estoy llenado mi closet de culottes y cigarrette pants, y deshaciéndome de esos uglyass 2013 shorts.